Consejos para blanquear las juntas del suelo sin esfuerzo

Limpiar las juntas de los pisos es una de las tareas más desafiantes cuando se trata de la limpieza y el mantenimiento de la higiene en nuestros hogares. A pesar de que limpiemos los suelos diariamente, las juntas tienden a volverse negras o más oscuras que el resto del área. Por ello, he decidido ofrecerte algunos consejos para limpiar las juntas de los pisos de la manera más efectiva posible.
Un método infalible para eliminar la suciedad de las juntas de los suelos y dejarlas más que blancas, como decía un famoso eslogan publicitario hace unos años, consiste en verter agua y detergente directamente sobre la suciedad y frotar con energía utilizando una escobilla.

No obstante, aunque todos nos preocupemos por mantener nuestro hogar limpio, estoy seguro de que nadie desea convertirse en una nueva Cenicienta, así que intentaré proporcionarte algunas recomendaciones para limpiar las juntas de los pisos sin hacer un esfuerzo excesivo ni complicarte la vida.

1. Un primer método práctico y efectivo para limpiar las juntas de los suelos es utilizar una mezcla de almidón y peróxido de hidrógeno. Respecto al agua oxigenada, recuerda que a mayor concentración, mejor, aunque deberías comenzar con un mínimo de 40V (que es el que se utiliza en productos cosméticos). La mezcla que logres debe ser bastante espesa, así que no te excedas con el almidón (la proporción recomendada es de 3 cucharadas de almidón por cada vaso de agua oxigenada). Una vez que tengas la mezcla lista, aplíquela en las juntas con un cepillo de dientes o un hisopo de algodón. Después de aproximadamente una hora, retira la mezcla del suelo. Especialmente si tus suelos son blancos, te sugiero usar agua oxigenada para blanquearlos al máximo, ya que también desinfectarás, dado el potente efecto desinfectante del agua oxigenada.

2. Un segundo método completamente natural para limpiar las juntas de los pisos es el que utiliza bicarbonato. Calienta un poco de agua y viértela sobre la superficie que deseas limpiar, luego espolvorea bicarbonato y deja actuar durante al menos cinco minutos. Después, toma la fregona o un paño y frota con firmeza cada junta. Con satisfacción, comenzarás a notar cómo la suciedad se va desvaneciendo.

3. Por último, un tercer método más contemporáneo para limpiar las juntas del suelo involucra el uso de amoníaco, un vaporizador profesional y un cepillo. Rocía el amoníaco directamente sobre las juntas del suelo y luego utiliza el vaporizador asegurándote de que el vapor esté muy cerca de cada baldosa. Una vez que hayas hecho esto, toma el cepillo y comienza a fregar vigorosamente cada grieta entre las baldosas. Pasa el vaporizador nuevamente para eliminar el agua, ¡y obtendrás un suelo brillante y reluciente!

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