¿Tu jardín enfrenta una amenaza? Con este líquido, podrás deshacerte de todas las orugas, hormigas e insectos que lo invaden.
El jardín es un verdadero imán para los insectos, muchos de los cuales son completamente indeseables y perjudiciales. Hormigas, larvas, chinches y orugas invaden este espacio para alimentarse y causar estragos en tus plantas. Incluso en un entorno pequeño y doméstico, es esencial contar con un líquido enriquecido con ingredientes naturales que puedan combatir estos ataques. Descubramos juntos los ingredientes y cómo aprovecharlos al máximo.
Líquido para combatir insectos en el jardín: ingredientes y aplicación
Para eliminar todo tipo de insectos no deseados y dañinos del jardín, existe un líquido insecticida parcialmente natural con un ingrediente clave. Los ingredientes son:
- 2 cucharadas de café molido;
- 2 cucharadas de vinagre de vino blanco;
- Agua.
Mézcla los posos de café con agua en una botella hermética y deja que se macere durante al menos una semana. Luego, filtra la mezcla para obtener un líquido especial lleno de sustancias útiles para combatir parásitos e insectos. Añade el vinagre de vino blanco y agita bien el contenido en un recipiente con pulverizador.
Este potente líquido debe rociarse sobre las hojas de tus plantas y vegetales. La combinación de estos dos ingredientes ha dado lugar a un insecticida natural excelente para eliminar cualquier insecto que pueda poner en riesgo tu jardín.
La solución tiene una duración de una semana, pero es recomendable aplicarla siempre que sea necesario. Para proteger tus plantas de las plagas, repite este procedimiento una vez al mes.
Café molido para las plantas: ¿qué beneficios aporta?
En un jardín, por pequeño que sea, existe un universo desconocido en movimiento. Si bien algunos insectos son esenciales para el equilibrio natural, como las abejas, otros atacan con el objetivo de arruinar tu cultivo. Nos referimos a larvas, moscas blancas, así como a hormigas y orugas hasta chinches.
Reutilizar los posos de café es crucial para fertilizar tus plantas. En lugar de desecharlos, dale una segunda vida. Se convierten fácilmente en nutrientes para el jardín o en pesticidas para la huerta.
Tienen un doble propósito, sirven como fertilizante y como abono. Los nutrientes que aportan son numerosos, incluyendo potasio, fósforo, nitrógeno, cobre, calcio y otros minerales esenciales.
Estos posos pueden utilizarse de diferentes formas según las necesidades de tus plantas. Se pueden esparcir en el suelo en la cantidad adecuada, con una o dos tazas, para que las plantas reciban todos los nutrientes necesarios. Además, mantienen la acidez del suelo sin cambios, mientras que ahuyentan rápidamente a los insectos.
Este recurso se puede utilizar en forma líquida, como se explicó anteriormente, o en forma de polvo para añadir directamente al suelo. Para más información o en caso de dudas, siempre consulta a tu jardinero de confianza: te proporcionará las instrucciones necesarias para aprovechar al máximo este recurso invaluable.