Si piensas que ha llegado el momento de deshacerte de esa ropa blanca que presenta manchas y tonos amarillentos, piénsalo dos veces. Puedes recuperar la blancura de tus prendas sin necesidad de usar productos químicos agresivos que pueden ser perjudiciales para tu salud. A continuación, te mostramos cómo blanquearlas de forma efectiva y natural con estos trucos tradicionales.
Las capacidades limpiadoras y quitamanchas de estos consejos caseros demuestran que no tienen nada que envidiar a los detergentes comerciales. Además, tienen la ventaja de no intensificar el amarillamiento del tejido, preservando así su calidad.
Prenda blanca – Fuente: spm
Consejos naturales para blanquear tu ropa blanca
Jugo de limón y sal
Zumo de limón – Fuente: spm
Para devolver la blancura a tus tejidos blancos favoritos, nada mejor que los ácidos naturales del limón y el poder blanqueador de la sal. Esta efectiva combinación es especialmente útil contra las manchas más obstinadas, particularmente aquellas provocadas por la sudoración.
Para aprovechar al máximo este truco, mezcla 5 tazas de agua caliente en un recipiente, luego añade dos tazas de jugo de limón y 100 g de sal. Revuelve bien y sumerge tu ropa blanca en la solución. Deja actuar durante 1 hora y luego enjuaga antes de secar al sol.
Peróxido de hidrógeno
Conocido también como peróxido de hidrógeno, este producto puede ser utilizado para eliminar las manchas amarillas de las almohadas e incluso para blanquear la ropa. Para usarlo, mezcla 2 litros de agua caliente, 2 cucharadas de peróxido de hidrógeno y 1 cucharada de detergente líquido en un recipiente. Sumerge la ropa en la solución, espera 20 minutos, luego enjuaga y continúa con tu lavado habitual.
Si tus telas blancas presentan también manchas de grasa o restos de alimentos, ten en cuenta que una mezcla de peróxido de hidrógeno y limón ayuda a revitalizar su color. Simplemente prepara una mezcla con una taza de peróxido de hidrógeno, 2 tazas de agua y el jugo de 1 limón. Mezcla bien y luego empapa la ropa antes de lavarla.
Bicarbonato de sodio y limón
Bicarbonato de sodio – Fuente: spm
En este caso, se trata de potenciar el efecto limpiador del bicarbonato de sodio con la acidez del jugo de limón. Dos ingredientes que trabajan juntos para eliminar la suciedad y las manchas más difíciles.
Para maximizar la acción blanqueadora del bicarbonato de sodio, mezcla 3 cucharadas de bicarbonato y 1 cucharada de jugo de limón hasta formar una pasta. Aplica esta mezcla sobre las áreas amarillentas y déjala actuar durante 30 minutos. Si lo consideras necesario, utiliza jabón de Marsella antes de enjuagar con agua tibia y secar al aire libre.
Ralladura de limón y vinagre de sidra de manzana
Gracias a los aceites naturales del vinagre de sidra de manzana y los ácidos de la cáscara de limón, puedes blanquear fácilmente la ropa blanca. Para ello, prepara 750 ml de agua hirviendo y añade la ralladura de 2 limones. Deja reposar la mezcla durante unos minutos y luego agrega ½ taza de vinagre de sidra de manzana. Sumerge la ropa en la solución y, una hora después, enjuaga y seca al aire. El vinagre de sidra de manzana no solo limpia, sino que también ofrece varios beneficios para la salud.
Aspirina
Excelente para combatir las manchas amarillas, la aspirina es un aliado ideal para prendas que están particularmente amarillentas. Para ello, añade detergente para ropa en la bandeja de tu lavadora y luego incorpora 2 tabletas efervescentes de aspirina. A continuación, inicia un ciclo de lavado normal para obtener ropa brillante.
Vinagre blanco
Vinagre blanco – Fuente: spm
No podemos pasar por alto este esencial producto del hogar que, en este caso, destaca por su capacidad para restaurar el color natural de los tejidos y suavizarlos. Diluir en un recipiente 3 tazas de agua y ½ taza de vinagre blanco, luego sumerge tu ropa durante 30 minutos antes de enjuagarla. Para manchas más persistentes, coloca vinagre en una botella con atomizador y rocía directamente sobre la tela. También es recomendable añadir vinagre blanco periódicamente a la lavadora para una limpieza profunda.