Remedios Caseros para Limpiar el Horno Sin Fregar y Eliminar las Quemaduras

A medida que se utiliza, el horno se ensucia. Una limpieza rápida y superficial nunca eliminará los residuos grasos y las marcas de quemaduras más antiguas que se adhieren a sus componentes. Esta suciedad acumulada termina afectando su funcionamiento, propiciando la proliferación de microbios y siendo perjudicial para tu salud. Sin embargo, no es sencillo combatirla: solo pensar en esta labor tediosa puede desanimarte. Afortunadamente, hay métodos naturales para limpiar el horno sin necesidad de realizar un esfuerzo adicional. Descubre estos consejos simples y efectivos para eliminar toda la suciedad y las marcas de quemaduras.

Un horno limpio por dentro – Fuente: spm

Una receta casera para limpiar el horno.

Un horno con residuos de quemaduras puede volverse muy problemático. Con cada utilización, las manchas pueden secarse aún más y afectar considerablemente tus recetas. Las bacterias y los olores desagradables pueden acabar en tu comida. Para evitar estos inconvenientes, cada vez más fabricantes están considerando ofrecer hornos más eficientes con función de autolimpieza.

En la actualidad, hay una amplia gama de detergentes potentes disponibles en el mercado para limpiar el horno, incluidos los sprays. Actúan de manera rápida y efectiva. Sin embargo, es crucial frotar y limpiar la espuma generada con mucho cuidado, ya que puede ser peligrosa a altas temperaturas. Además, estos productos suelen ser costosos y, en muchos casos, perjudiciales para el medio ambiente.

¿Estás buscando alternativas? Existen métodos económicos, ecológicos y igualmente eficaces. Puedes aplicarlos de manera segura y sin complicarte para que tu horno brille. Por ejemplo, el bicarbonato de sodio y el vinagre blanco son productos naturales con excelentes propiedades de limpieza. Aprovecha el poder de estos valiosos aliados para eliminar rápidamente las manchas más difíciles y neutralizar olores desagradables.

Para limpiar el horno, solo necesitas preparar una pasta especial con vinagre, bicarbonato y una gota de detergente. Esta solución es particularmente adecuada para limpiar el aparato de arriba a abajo. Sin embargo, presta atención al proceso de mezcla de los ingredientes: asegúrate de combinarlos suavemente para evitar que se genere demasiada espuma. Luego, aplica la solución en las áreas sucias y quemadas del horno. Déjala actuar durante al menos una hora, o incluso mejor, toda la noche. Después de este tiempo, simplemente limpia el horno con un paño húmedo. ¡Y listo: tu aparato volverá a brillar!

Limpiar un horno – Fuente: spm

Horno sucio: ¡prueba con papel de aluminio!

Otro método de limpieza consiste en utilizar papel de aluminio. ¿Te intriga esta idea? Es muy efectivo para eliminar manchas secas en el cristal. Para ello, debes enrollar el papel de aluminio en forma de bola. Luego, humedécelo con un poco de detergente para lavar platos y limpia el cristal del horno. No te preocupes, el papel elimina eficazmente las manchas sin rayar la superficie.

Consejo útil: para eliminar los residuos de suciedad incrustados en los rincones más difíciles de acceder, solo el vapor puede hacer el trabajo. Coloca un recipiente con agua resistente al calor en el horno precalentado. Espera a que el vapor afloje los depósitos rebeldes. Luego, una vez que el aparato se haya enfriado, utiliza una esponja húmeda para limpiar todos esos restos de comida quemados. ¡Estará limpio y listo para usar!

Limpiar las rejillas del horno – Fuente: spm

¿Cómo limpiar las rejillas del horno?

A menudo, la grasa que se acumula en las rejillas es muy difícil de eliminar. Tanto es así que, para evitar complicarse, muchas personas piensan en reemplazarlas por completo. ¿Por qué gastar dinero innecesariamente cuando hay una solución efectiva al problema? Es importante actuar rápidamente, ya que esta suciedad puede afectar la comida. Sin embargo, hay una forma de eliminar esta grasa sin tener que comprar nuevas rejillas. Además, ¡este truco es natural y económico!

Necesitarás un recipiente grande y profundo, bicarbonato de sodio y una esponja (o un cepillo de dientes viejo).

¿Cómo proceder?

Llena el recipiente con agua hirviendo y sumerge las rejillas del horno en él. Deben estar completamente sumergidas. Agrega 3 cucharadas de bicarbonato de sodio. Deja que las rejillas se remojen durante varias horas. Luego, verifica su estado. Si notas que aún están un poco grasosas, utiliza la esponja para frotar las partes sucias y el cepillo de dientes para limpiar los rincones. Finalmente, enjuaga las rejillas con agua limpia, sécalas con una toalla limpia y vuelve a colocarlas en el horno.

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