Las pieles de limón y naranja pueden ser muy valiosas cuando se combinan con vinagre. Aquí te mostramos algunas de sus aplicaciones.
En nuestras mesas, al concluir el almuerzo o la cena, así como para un delicioso refrigerio, solemos consumir mucha fruta, y entre ellas, frecuentemente encontramos cítricos como naranjas y limones.
Estos cítricos son esenciales, ya que están disponibles durante todo el año, lo que significa que no son solo de temporada, y se adaptan a una amplia variedad de platos.
Pieles de limón y naranja: por qué nunca deberían desecharse
El limón , en particular, es muy común en recetas dulces y saladas, al igual que la naranja y por esa razón, es un ingrediente fundamental, especialmente en la cocina italiana, donde se ha convertido en un auténtico tesoro.
Es importante mencionar que ciertas variedades de limones, como los de Sorrento o aquellos de la costa de Amalfi, se han vuelto verdaderos símbolos de nuestra región, al igual que las naranjas, incluidas las sicilianas más reconocidas.
Aparte de su uso culinario, estos cítricos son aliados fantásticos para combatir enfermedades y fortalecer nuestro sistema inmunológico, ya que son ricos en Vitamina C.
En efecto, un buen chorro de naranja no solo refuerza nuestras defensas, sino que también facilita la recuperación de resfriados y, en verano, cuando se sirve frío con hielo, resulta muy refrescante.
El limón también ofrece beneficios para nuestra salud. Al igual que la naranja , una buena limonada sacia la sed en los días calurosos y es útil para problemas digestivos y otras afecciones gracias a su efecto astringente.
El método que nos ayuda a ahorrar dinero
Sin embargo, no todos saben que no hay que desechar nada de estos cítricos; a menudo, tendemos a tirar las cáscaras porque no son comestibles, pero en realidad pueden utilizarse para otros propósitos.
Si bien muchas personas las rompen y las colocan en el deshumidificador o las ponen sobre el radiador o la estufa para liberar un aroma agradable en el ambiente, combinarlas con vinagre puede resultar en un gran ahorro.
Al colocar las cáscaras de limón y naranja en un tarro de cristal y rociarlas con vinagre de vino, se deja reposar durante unos días para que liberen todas sus propiedades.
Después de este tiempo, podemos abrir el tarro y colar el contenido en un recipiente usando un colador, asegurándonos de obtener el líquido que combina vinagre y aceites esenciales de las cáscaras cítricas .
Al transferir todo a un spray, obtendremos un desengrasante natural y ecológico que dejará las superficies, como fregaderos y otros objetos, limpios y brillantes, además de un aroma distintivo.
Esta solución también puede utilizarse para limpiar la ducha y sus paneles de vidrio, que pueden mostrar residuos de suciedad o condensación después de un día lluvioso.
Aparte de limpiar a fondo, el limón y la naranja, junto con el vinagre, desinfectan las superficies de gérmenes y bacterias, permitiéndonos ahorrar una cantidad considerable de dinero que de otro modo gastaríamos en productos comerciales para limpieza.