Si ya posees una planta y tienes suficiente espacio para cultivar más, ¡no te apresures a ir a la tienda a adquirir una nueva! Quizás no estés al tanto de que el romero se puede reproducir con facilidad. Vamos a explorar cómo hacerlo, detallando dos métodos distintos, paso a paso, para propagar esta planta que podría multiplicarse sin límites!
Reproducción mediante esquejes
Existen dos métodos fundamentales para la reproducción de la planta de romero. El que presenta un mayor índice de éxito es el de los esquejes: ¡a continuación te explicamos cómo llevarlo a cabo!
Corta una ramita
Primero, debes conseguir un esqueje, o una ramita, de tu planta madre de romero. Para esto, utiliza tijeras limpias y corta una rama de aproximadamente 10-15 cm de longitud.
Selecciona una ramita que no sea demasiado vieja y dura, pero tampoco tan joven y flexible. El corte debe hacerse en diagonal, no de forma recta.
A continuación, retira las hojas en la base del corte, dejando solo las que están cerca de la mitad de la rama. Ahora, tu esqueje está listo para convertirse en una nueva plántula.
Obtén raíces
Una vez que tengas el esqueje, debes sumergir la ramita en un vaso de agua: tras 2-3 semanas, deberían aparecer las primeras raíces en la base de la ramita.
Como alternativa, puedes enterrar la base del esqueje en un recipiente con un sustrato que mezcle turba y arena: recuerda que, justo después de enterrar la ramita, es necesario humedecer el sustrato adecuadamente.
Para favorecer el desarrollo de raíces, coloca el recipiente en un lugar soleado, pero evita que reciba luz solar directa. Lo ideal es mantenerlo al aire libre cuando la temperatura sea bastante alta: por eso, el mejor momento para la reproducción es entre finales de primavera y principios de verano.
Un consejo para aumentar las posibilidades de que el esqueje eche raíces es cubrir el recipiente con una bolsa de plástico o un film transparente para crear un invernadero en miniatura.
Bríndale el cuidado adecuado
Antes y después de que aparezcan las raíces y el esqueje se haya convertido en una pequeña plántula, es esencial cuidarlo correctamente.
Mantén el recipiente a una temperatura constante, preferiblemente bajo luz solar indirecta. Además, cuando la plántula crezca y comience a producir nuevas ramas, trasládala a una maceta más grande para asegurar un romero saludable y fragante.
Puedes cuidar de tu romero y disfrutar de su crecimiento, utilizando sus hojas de diversas formas.
Reproducción por siembra
Otro método para reproducir esta planta es por siembra.
Extraer semillas de las flores
Primero, necesitarás obtener algunas semillas: estas se encuentran en las flores de la planta después de que se han marchitado. Lamentablemente, el romero, al igual que otras hierbas aromáticas, no florece con frecuencia y habrá que esperar a que la planta madure.
Una vez recolectadas, enjuaga las semillas con agua tibia para suavizarlas.
Plántalas
Una vez que las semillas estén listas y ablandadas, plántalas en un recipiente lleno de turba y arena y humedece el sustrato con agua.
De nuevo, puedes estimular la germinación cubriendo la maceta con una bolsa de plástico transparente en un entorno cálido y húmedo.
¡Después de aproximadamente 10 días, ya deberías ver aparecer la nueva plántula con hojas muy fragantes!