Un elemento que a menudo desechamos puede ser beneficioso para nuestras plantas, tanto en casa como en el jardín. A continuación, te mostramos cómo aprovecharlo.
En nuestros hogares, para embellecer nuestras estancias, solemos incorporar diversas plantas que contribuyen a que nuestro espacio sea visualmente atractivo.
Estas plantas no solo son valiosas por su estética, sino que también ayudan a prevenir la formación de moho en las paredes, causado por la condensación que puede resultar de la humedad.
Plantas: alternativas a desecharlo
Algunas de estas especies perennes tienen la capacidad de absorber el exceso de humedad y retenerlo, facilitando un constante intercambio de aire, gracias a su proceso de fotosíntesis.
Cada planta y árbol contribuye a un intercambio de dióxido de carbono y oxígeno, un proceso que puede ser sumamente beneficioso para la salud humana, asegurando que el aire que rodea a las plantas sea puro.
Además, estas plantas también se pueden encontrar en el exterior, especialmente en balcones y jardines, y es crucial cuidarlas adecuadamente para protegerlas de las inclemencias del tiempo.
Las plantas en el exterior son fundamentales para el ecosistema, ya que los insectos pueden posarse en sus flores para recoger el néctar necesario, lo que contribuye a la polinización.
Esta interacción es vital, ya que el planeta se vuelve cada vez más verde y saludable gracias a la acción de los insectos polinizadores, y tener un jardín lleno de flores y plantas favorece a estos pequeños aliados.
En tiempos recientes, ha habido un creciente esfuerzo por parte de la humanidad para tomar conciencia sobre la ecosostenibilidad y la protección del planeta, tras años de actividades que han comprometido su salud.
Por ello, muchos municipios italianos han decidido embellecer sus parques con flores y plantas, fomentando así la proliferación de insectos y respaldando su labor polinizadora, que resulta beneficiosa también para nosotros.
Un ingrediente inesperado
A pesar de los esfuerzos que realizamos por cuidar el medio ambiente, siempre parece que no es suficiente, por lo que buscamos maneras de asegurar que nuestras plantas y flores permanezcan saludables. Sin embargo, no todos conocen ciertos trucos.
Hay un ingrediente que frecuentemente desechamos y que puede ser muy útil si lo incorporamos a la tierra de nuestras plantas. Nos referimos a las cáscaras de huevo, que, al combinarse con otros residuos, pueden transformarse en un excelente fertilizante.
Primero, coloca las cáscaras de huevo en la licuadora junto con cáscaras de plátano y posos de café, añadiendo un poco de agua para suavizar la mezcla.
Luego, procesa todos los ingredientes y obtendrás una mezcla que deberás introducir en la tierra de la planta, cuidando de mantenerla alejada de las raíces.
Al excavar, introduce este compuesto en un surco en la tierra, cubriéndolo con más tierra y añadiendo un poco de agua para asegurar una buena absorción.
Esto ayudará a repeler insectos no polinizadores y las propiedades de las cáscaras de plátano y huevo harán que las flores y plantas crezcan fuertes y vibrantes a lo largo del tiempo.