La crema de afeitar no es únicamente un recurso que facilita un afeitado efectivo tanto para hombres como para mujeres.

Se puede emplear de muchas maneras adicionales, lista para ofrecer enormes beneficios que nadie podría imaginar.
La crema de afeitar resulta útil tanto en la cocina como en el baño, así como en todas las áreas del hogar donde se le pueda sacar provecho.
Crema de afeitar, la mejor opción, económica y segura para tu salud
El primer paso es tomar prestada la crema de tu pareja, y el segundo es usarla para eliminar cualquier mancha de diversas superficies. Con muy poco es suficiente para que estas vuelvan a brillar como si fueran nuevas.

En este caso, puedes utilizarla para limpiar la bañera, sin necesidad de hacer un gran esfuerzo y sin el cansancio habitual. La bañera acumula pelos, grasa de la piel, gel de ducha y quién sabe cuántos otros productos que la ensucian. Por ello, limpiarla y desinfectarla puede ser realmente complicado, a veces incluso imposible.
Para lograr al menos un resultado aceptable, muchas mujeres terminan comprando una gran cantidad de productos que, en realidad, no son de gran utilidad. La solución se encuentra en casa, en el armario de productos de cuidado e higiene personal: la crema de afeitar.
Cómo utilizar la crema de afeitar para limpiar la bañera
Simplemente toma una escoba nueva y limpia, aplica una buena cantidad de crema de afeitar en las cerdas y frota sobre la superficie de la bañera. Es necesario frotar durante un rato, alrededor de diez minutos.

Notarás de inmediato cómo la suciedad se va y la bañera se vuelve blanca, brillante y reluciente. Todos los residuos de suciedad acumulados durante meses o incluso años desaparecerán. Esta técnica de limpieza e higiene debe aplicarse al menos una vez al mes para mantener siempre buenos resultados, sin esfuerzo.
Otros usos de la crema de afeitar en el hogar
La crema de afeitar también puede eliminar manchas de alfombras, toallas, manteles y prendas de vestir. Para la ropa manchada, simplemente aplica un poco y rocíalo sobre la mancha, luego déjalo actuar durante unos minutos.

Finalmente, procede con el lavado habitual; el resultado será excelente, algo que no habías logrado de ninguna otra manera y sin usar una cantidad inabarcable de productos diseñados para ello. Alternativamente, puedes usar crema de afeitar en la cocina para limpiar el horno. Este método es ideal porque te permite dejar tu horno como nuevo, incluidas las bandejas, sin esfuerzo.
Debes sacar la bandeja y rociar la crema de afeitar cubriéndola completamente. Luego, vuelve a colocarla en el horno y enciéndelo a 50 grados. Deja que pase unos 30 minutos, después apaga el horno, espera a que la bandeja se enfríe y luego limpia retirando la grasa y los residuos con un paño limpio.
Cómo usarla en el baño, en espejos y grifos
También puede ser útil para limpiar grifos o para evitar que los espejos se empañen. Especialmente después de ducharte, el vapor puede empañar los espejos del baño. Cuando luego intentas secarte el cabello, esto se convierte en una tarea complicada. Hasta que descubras el uso y las múltiples aplicaciones de la crema.

Para resolver el problema de una vez por todas, aplica el producto y limpia con un paño suave. Se formará una película transparente, por lo que durante una ducha caliente, el espejo permanecerá en perfecto estado.
Los grifos del baño, por otro lado, se opacan de inmediato debido a las salpicaduras de agua, que nunca se secan por costumbre. No sirve de nada comprar productos que prometen limpieza, ya que ninguno tiene una acción tan efectiva contra la cal que opaca los grifos.
Así que simplemente sumerge un cepillo en la crema de afeitar y pásalo por toda la superficie del grifo. Déjalo actuar unos minutos y luego retira la crema con un paño suave. El resultado será sorprendente, los grifos quedarán brillantes y mantendrán su aspecto durante varios días. Una vez que el efecto haya disminuido, repite el proceso una segunda vez.
Por supuesto, para no dañar los grifos, primero prueba aplicando la crema en una pequeña área del grifo, preferiblemente en una parte que no sea visible, para observar cómo reacciona el material.