Residir en entornos con alta humedad puede tener efectos perjudiciales tanto para la salud como para los muebles. Sin embargo, utilizando el método de la botella, podrás resolver esta situación.
Es esencial contar con herramientas que nos permitan regular la humedad en los distintos espacios de la casa. Aparte de los numerosos dispositivos modernos disponibles, también hay soluciones caseras económicas y efectivas. Desde un deshumidificador creado con una simple botella de plástico y sal, hasta una serie de recomendaciones para asegurar una mejor calidad del aire en el hogar, exploremos juntos las soluciones simples y rápidas que podrías implementar.
El sistema de la botella con sal
La sal posee características higroscópicas, lo que significa que puede captar moléculas de agua del aire, convirtiéndose en un excelente remedio contra la humedad en el hogar. Así que toma una botella de plástico y un poco de sal de roca, y procede de la siguiente manera: corta la parte superior de la botella e insértala en la base, de modo que la abertura quede en el fondo. Llena la botella con sal y colócala en la habitación, donde funcionará como deshumidificador.
Una opción similar son los recipientes de plástico para alimentos; solo necesitas hacer pequeños orificios en las tapas, vaciarlos y reemplazar la sal cuando esté saturada de humedad. Si la situación no es demasiado grave, puedes usar gasas o pequeñas bolsas de algodón ligeras llenas de sal, colocadas sobre las tapas perforadas de los recipientes, permitiendo que el exceso de agua se filtre hacia abajo y se acumule en el plato.
También puedes utilizar un colador: coloca el colador sobre un tazón o recipiente más grande, coloca un paño ligero y húmedo en el fondo, y vierte una onza (o una onza y media) de sal sobre él, recogiendo el agua sobrante en el cuenco.
Otras medidas a considerar
Aparte de construir deshumidificadores caseros, puedes adoptar diversos hábitos útiles, todos orientados a disminuir los niveles de humedad en el aire de tu hogar.
Si las condiciones de luz y temperatura son adecuadas, considera incluir plantas que ayuden a mejorar la calidad del aire en casa, como el spathiphyllum, helechos, palmeras, hiedra común y muchas más. En la habitación más húmeda, que es el baño, puedes colocar un ventilador que dejes encendido durante 20 o 30 minutos después de ducharte.
La cocina también acumula bastante humedad, y una campana extractora sobre la estufa que elimine los vapores es muy útil. Aunque parece obvio, es crucial mantener puertas y ventanas abiertas el mayor tiempo posible, dependiendo de la temperatura exterior. Ventilar los espacios es la mejor solución contra el moho.
Evita secar la ropa en el interior y, sobre todo, no coloques la secadora en el dormitorio. Durante las primeras horas después de colgar la ropa, deja las ventanas y puertas abiertas para crear una corriente de aire que ayude a reducir la humedad.