Una de las actividades más complicadas y comunes al limpiar la cocina es deshacerse de la suciedad que se acumula en nuestros utensilios. En particular, las sartenes suelen acumular más grasa que otros elementos. A pesar de los esfuerzos por frotarlas, tienden a ensuciarse y engrasarse con rapidez, lo que les confiere una textura pegajosa y poco agradable.
Estufa – Fuente: spm
Por supuesto, simplemente lavar con agua y jabón no logrará el nivel de limpieza que deseamos. Para facilitarte la tarea, aquí tienes un truco casero que te ayudará a limpiar a fondo tus sartenes y dejarlas como si fueran nuevas. Para esto, solo necesitarás dos ingredientes que probablemente ya tengas en tu hogar.
Estos son bicarbonato de sodio y vinagre. Al combinarlos y seguir estos sencillos pasos, podrás eliminar la grasa y los olores desagradables de tu sartén de manera permanente.
Bicarbonato de sodio – Fuente: spm
Coloca el bicarbonato de sodio en el fondo de la sartén y cúbrelo completamente. Luego, añade un poco de vinagre por encima. Deja reposar la mezcla durante aproximadamente veinte minutos. Después, utiliza un estropajo de aluminio para frotar toda la superficie con movimientos circulares. Sé cuidadoso, lo ideal es tomarse su tiempo para lograr un buen resultado.
Una vez que hayas frotado bien, simplemente enjuaga con agua. Notarás que el fondo de tu sartén brilla y está libre de grasa o suciedad.
Sal – Fuente: spm
Una vez que hayas limpiado el fondo de la sartén, es hora de atender la superficie. Para limpiar esta área también utilizaremos un producto común en todos los hogares y muy asequible: la sal.
De hecho, con la sal no solo lograrás una sartén limpia, sino que también mejorarás sus propiedades antiadherentes.
Pon la sartén en el fuego y cuando esté caliente, añade tres cucharadas grandes de sal y espera tres minutos. La sal se tornará de un color marrón. Luego, retira la sartén del fuego y déjala enfriar. Una vez que esté completamente fría, limpia cualquier residuo con un paño seco.
Además de limpiarlas de vez en cuando, hay un truco más para mantener tus sartenes en óptimas condiciones por más tiempo. Simplemente evita verter agua fría cuando aún están calientes. Este pequeño y sencillo gesto marcará una gran diferencia.