Si no se realiza un mantenimiento habitual, el lavabo de la cocina puede llegar a obstruirse. Los restos de comida y las manchas de grasa se acumulan en su superficie, generando malos olores. Además, si está hecho de acero inoxidable, puede perder su brillo con el tiempo. Afortunadamente, hay soluciones naturales que pueden ayudar a recuperar su lustre.
Lavabo con manchas de suciedad. fuente: spm
Los residuos de grasa, restos de alimentos y depósitos de cal pueden acumularse rápidamente en el lavabo de la cocina, afectando su brillo. No es necesario utilizar productos de limpieza químicos fuertes; hay consejos caseros con ingredientes naturales que pueden hacer que tu lavabo vuelva a brillar. Entre estos, el bicarbonato de sodio y el vinagre blanco serán tus mejores aliados para esta tarea.
¿Cómo limpiar un lavabo de acero inoxidable con bicarbonato de sodio y vinagre blanco?
La eficacia de esta solución se debe principalmente a las propiedades de los ingredientes utilizados. El bicarbonato actúa como un abrasivo que elimina todas las manchas, incluso las más difíciles. Por su parte, el vinagre blanco es conocido por su capacidad desincrustante y antical. ¿Cómo hacerlo? Es muy sencillo. Primero, espolvorea el bicarbonato de sodio sobre el lavabo de la cocina. Luego, mezcla vinagre blanco con agua en un spray y rocía la mezcla sobre el lavabo. Deja actuar y notarás una reacción química que limpiará tu lavabo y eliminará las manchas de grasa y cal. Frota con suavidad y enjuaga después. Este truco también se puede aplicar a tu licuadora.
Lavabo de acero inoxidable limpio. fuente: spm
Para darle un acabado brillante, puedes utilizar aceite de bebé. Este le devolverá todo su resplandor al lavabo. Humedece un paño con una cucharadita de aceite y limpia bien el lavabo. ¡El resultado será un lavabo completamente limpio y brillante!
Otros consejos para limpiar el lavabo de tu cocina (acero inoxidable o cerámica)
Aunque la combinación de vinagre blanco y bicarbonato de sodio es efectiva, existen otros ingredientes que también pueden limpiar el lavabo y restaurar su brillo.
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Sal y jugo de limón para limpiar tu lavabo
La sal es un potente antical y desengrasante que también ayuda a eliminar las manchas de cal. Para usarla, espolvorea un poco de sal sobre la superficie de tu lavabo. A continuación, exprime el jugo de medio limón o más si es necesario sobre la sal. Deja actuar durante 5 minutos y luego frota el lavabo con medio limón. El ácido cítrico ayudará a descomponer las manchas de grasa, mientras que la sal facilitará el fregado.
Sal y limón. fuente: spm
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Harina para un lavabo brillante
Quizás no lo sepas, pero la harina es una excelente opción para limpiar superficies de acero inoxidable. Primero, limpia cualquier mancha con agua tibia y un paño sin pelusa. Una vez que las manchas de grasa hayan desaparecido, seca el lavabo y espolvorea una pizca de harina uniformemente sobre toda la superficie, enfocándote especialmente en las esquinas. Luego, utiliza un paño de microfibra para pulir con movimientos circulares suaves. De esta manera, tu lavabo quedará reluciente.
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Limpiacristales para un lavabo brillante
Las huellas dactilares pueden ser complicadas de eliminar. Los limpiacristales pueden ayudarte a resolver este problema. Después de limpiar tu lavabo, rocía un poco de limpiacristales en un paño de microfibra y limpia las huellas dactilares con movimientos circulares.
Estos trucos caseros pueden facilitar la limpieza del lavabo de tu cocina. Con solo unos pocos pasos, podrás restaurar el brillo y la luminosidad de tu lavabo.