La planta más fácil de cultivar en casa que perfuma todo el ambiente

El romero, una hierba aromática robusta originaria de la cuenca mediterránea, ha sido valorada por sus propiedades curativas desde tiempos de los antiguos egipcios. Gracias a sus características antioxidantes y antiinflamatorias, esta planta favorece la digestión, potencia la memoria, alivia el reumatismo, disminuye la inflamación en las articulaciones y mejora el estado de ánimo. Al ser consumido en infusión, ofrece sorprendentes beneficios para el cuerpo y actúa como un remedio natural contra el estrés. Por estas razones, es fundamental tenerla en tu hogar.

No solo aporta sabor a tus comidas, especialmente en exquisitas sopas y guisos, sino que también es muy beneficiosa para tu salud. Como un plus, el romero es sencillo de cultivar: se adapta a diversas temperaturas y no demanda mucho cuidado. Puedes plantarlo tanto en el suelo como en una maceta en tu balcón. Solo ten cuidado de no regarlo en exceso para preservar sus propiedades aromáticas. ¡Aprende a cultivarlo y cuidarlo para tenerlo siempre disponible!

Multiplicación mediante esquejes

Planta de romero en el jardín de la casa – Fuente: spm

Las hierbas aromáticas como el romero y el tomillo pueden ser propagadas a partir de esquejes.

El procedimiento es relativamente fácil: corta en diagonal una rama de romero de aproximadamente 15 cm. Elimina las hojas de la parte inferior y colócala en un vaso con agua durante la noche. Al día siguiente, sitúa el vaso cerca de una ventana para que reciba luz, evitando el sol directo. La habitación no debe estar demasiado fría. Asegúrate de añadir agua tibia a medida que el nivel disminuye.

En alrededor de tres semanas, el romero comenzará a desarrollar raíces y podrás observar algunos brotes. Es posible que algunas ramas no hayan crecido, lo cual es normal. Es el momento de proceder al trasplante. Puedes hacerlo directamente en el suelo si cuentas con un huerto o jardín. Sin embargo, recuerda que esta planta aromática también tiene un valor ornamental, por lo que puedes trasplantar el romero en una maceta con una profundidad de al menos 10 a 15 cm. Además, si crece adecuadamente, emitirá un agradable aroma que perfumará el ambiente, ideal para tu cocina si lo colocas cerca de la ventana.

El proceso es simple: coloca un poco de tierra y fertilizante en la maceta o utiliza un sustrato adecuado para todo tipo de plantas. Haz un agujero en el centro, introduce las raíces y parte de la rama en el suelo. Puedes quitar algunas hojas para que la rama quede bien fijada.

Durante la primera semana, riega cada dos días. Precaución: esta planta no requiere mucha agua. ¡El exceso de riego puede ser perjudicial!

Si tu planta se está marchitando, ¡probablemente la hayas regado demasiado!

Regar el romero – Fuente: spm

El romero es una planta resistente que no necesita mucha agua: de hecho, esta hierba puede sobrevivir al aire libre en condiciones climáticas extremas e incluso en días secos.

Uno de los problemas más comunes al cuidar el romero es notar que las hojas se secan. Esto suele suceder cuando su crecimiento es limitado debido a una alta concentración de humedad en el fondo de la maceta, generalmente causado por un mal drenaje. Esto puede llevar a la aparición de hongos que afectan la planta. Como resultado, las raíces se pudren y no pueden transportar los nutrientes a las hojas, que eventualmente se secan o se tornan marrones.

Si enfrentas este problema, será necesario hacer algunos orificios adicionales en la maceta para mejorar el drenaje o cambiarla. Y, por supuesto, es mejor espaciar los riegos para evitar un ambiente excesivamente húmedo.

¿Cuándo es el momento adecuado para podar el romero?

Poda de romero con tijeras de podar – Fuente: spm

Generalmente, las plantas de romero alcanzan una altura de 50 cm. Esta planta, si se cuida adecuadamente, puede llegar a medir hasta dos metros.

No obstante, la poda del romero no es estrictamente necesaria para su desarrollo óptimo. Más bien, es parte de su proceso de adaptación en el jardín o en el interior.

Para mantener la forma de la planta, puedes podarla a comienzos de la primavera para fomentar su crecimiento. Corta solo las ramas secas o muertas, así como aquellas que estén en mal estado o alteren la forma de la planta. Sobre todo, evita podar la madera seca, ya que podrías arriesgarte a no obtener nuevos brotes.

Para ello, puedes utilizar tijeras de podar que hayan sido desinfectadas con alcohol. La poda se realiza generalmente una vez al año o cuando las ramas sobrepasan la altura deseada o la forma que quieres mantener.

También puedes optar por una “poda de limpieza”, que consiste en eliminar las ramas dañadas o secas desde la base. Esta poda se suele realizar en primavera, y también necesitarás tijeras de podar desinfectadas. Es recomendable comenzar quitando las ramas interiores. Pero hazlo con cuidado, ¡asegúrate de no cortar demasiado tu romero!

Deja un comentario