Logrando plantas robustas y saludables sin necesidad de fertilizantes ni productos químicos. Veamos cómo hacerlo.
Hay un recurso natural que solemos desechar, que puede hacer que las plantas de nuestro hogar o jardín luzcan más exuberantes que nunca. A continuación, te explicamos cómo aprovecharlo para tener plantas saludables a la vista.
Plantas saludables: un deleite visual.
Tras varios confinamientos, un estudio ha revelado que cada vez más personas se están interesando en el cuidado de las plantas y el entorno vegetal. De hecho, incluso aquellos con poco espacio han optado por adquirir algunas plantas para adornar los alféizares de las ventanas o sus salones.
Esto se debe a que se ha comprobado que cuidar de las plantas contribuye a reducir el estrés. Además, ciertas plantas de interior (y algunas exteriores) pueden tener efectos positivos sobre la calidad del aire en nuestros hogares. Algunas son capaces de absorber formaldehído y otras sustancias nocivas que suelen estar presentes en productos como pinturas.
No obstante, no siempre resulta fácil cultivar plantas vibrantes y saludables. Esto puede suceder por diversas razones. Una de ellas es la inadecuada fertilización. No todos poseen un talento natural para la jardinería y saben cuándo y cómo fertilizar. Afortunadamente, existen ingredientes naturales que son muy eficaces para nuestras plantas. Vamos a descubrir uno que es aún más potente que el agua.
El ingrediente más efectivo que el agua.
El componente más efectivo que podemos usar para nuestras plantas es, de hecho, a base de agua y a menudo lo desechamos porque no sabemos cómo utilizarlo. Se trata del agua de cocción del arroz, que gracias a sus propiedades, puede ser muy beneficiosa para las plantas.
Es un líquido blanquecino, de densidad variable, que normalmente tiramos por el desagüe. Esto ocurre porque ignoramos que es sumamente rico en nutrientes, lo que lo convierte en un recurso valioso en la agricultura con un doble propósito.
Primero, sirve para hidratar la planta. En segundo lugar, proporciona nutrientes, ya que es rico en minerales (como potasio y magnesio) que ayudan a que las plantas crezcan más fuertes, sanas y rápidamente. Además, el agua de arroz también contiene carbohidratos y almidones que los microorganismos del suelo necesitan para llevar a cabo sus funciones.
Para utilizarlo, debes colocar arroz en un recipiente lleno de agua. Es necesario enjuagarlo bien con agua, frotándolo con las manos. Como alternativa, puedes usar el agua que queda tras la cocción. Luego, filtra el agua con un colador para separar el arroz.
Con este líquido, riega tus plantas al menos tres veces a la semana. Especialmente en verano, es recomendable realizar el riego con agua de arroz a partir de las cinco de la tarde. De esta manera, se reduce la evaporación y el suelo podrá absorber todos los nutrientes beneficiosos para las plantas.