Arrojar una cerilla en el baño puede parecer una medida extrema, pero es una solución para un inconveniente bastante común. Aquí te explicamos cómo hacerlo y qué beneficios obtendrás.
El baño es sin duda una de esas estancias que requieren especial atención. La presencia de gérmenes y bacterias es constante, exacerbada por varios factores, como la humedad del ambiente. Además, otros elementos como restos de jabón, cabellos o suciedad también pueden contribuir a este problema.
Olores desagradables en el baño: ¿qué hacer?
El principal inconveniente en el baño son los olores desagradables. A menudo, son intensos y resulta complicado eliminarlos. Estas malas fragancias pueden originarse por diferentes motivos, como hemos mencionado, y muchas veces provienen de las tuberías. Muchas personas optan por productos químicos disponibles en el mercado, pero esta no siempre es la mejor opción.
De hecho, se recomienda evitar estos productos y optar por soluciones naturales. Muchos problemas domésticos pueden resolverse con elementos naturales, y deberías considerar probarlos. Por ejemplo, hay varios métodos para combatir los olores desagradables.
Uno de ellos es el bicarbonato de sodio, que es ideal porque absorbe olores y a la vez limpia y elimina la cal. Sin embargo, no es el único, ya que el limón y la sal también son muy útiles. Estos ingredientes también tienden a absorber olores indeseados. Pero en situaciones urgentes, un simple fósforo puede ser de gran ayuda.
Utilizar un fósforo encendido en el baño: esa es la clave
Esta última sugerencia, la de usar un fósforo, puede parecerte inusual y extraña. Si tienes invitados inesperados y no has tenido tiempo de limpiar a fondo, y el baño huele mal, no te preocupes: toma una cerilla y resuelve el problema de los olores desagradables.
Los fósforos son comúnmente utilizados para encender velas y cigarrillos, y aunque hoy en día se usan más encendedores, siempre hay fósforos en casa para situaciones de emergencia. De este modo, podrás despedirte de desodorantes comerciales, ya que un simple fósforo puede cumplir la misma función.
Quizás te preguntas cómo llevarlo a cabo, pero en realidad es muy sencillo. Solo necesitas tomar la cerilla y, con cuidado, dejarla arder en el baño durante unos segundos. El humo que genera el fósforo ayudará a cubrir los olores desagradables, enmascarándolos.
El fósforo es eficaz porque libera un olor a azufre que enmascara los olores indeseables, especialmente los que provienen del inodoro. Recuerda no arrojar el fósforo usado en el inodoro, ya que esto solo generaría un problema adicional, especialmente si ya está atascado. Deséchalo en la basura y asegúrate de humedecerlo primero.

Este método del fósforo es sin duda efectivo, aunque no es una solución permanente. En efecto, eliminará temporalmente los olores desagradables, pero estos pronto regresarán a tu baño. Si los olores persisten, será importante encontrar soluciones y remedios que te ayuden a resolver este molesto inconveniente de forma definitiva.