Identificable entre muchas, la orquídea es una planta tropical que se caracteriza por sus impresionantes flores que presentan una amplia gama de colores, desde el blanco hasta el rosa, incluyendo tonos de malva, azul, amarillo y naranja. Su aspecto sofisticado y su atractivo exótico la han convertido en una de las plantas de interior más deseadas y apreciadas. Algunos afirman que aporta un toque mágico al hogar. Considerada como “la planta de la seducción”, de acuerdo con la filosofía Feng Shui, la orquídea simboliza el amor, la felicidad, la valentía, la fertilidad, la belleza, la pureza y la esperanza.
Su procedencia es diversa; es una flor que se desarrolla principalmente en áreas tropicales, aunque se ha extendido globalmente. Hay alrededor de 25,000 especies disponibles, siendo recomendable optar por las más tradicionales que son más fáciles de cuidar, como la orquídea mariposa. Es verdad que esta planta cautivadora es vista a menudo como una flor frágil y efímera. Si sus raíces no están saludables, las hojas pueden marchitarse, amarillarse y pudrirse. Sin embargo, si sigues nuestros consejos y recomendaciones al pie de la letra, podrás disfrutar de una vida más prolongada para tu planta.
¡Descubre cómo cuidar correctamente esta planta excepcional para disfrutar de hermosas orquídeas durante el mayor tiempo posible!
La luz
Orquídea – Fuente: spm
¡La ubicación es fundamental! Para florecer adecuadamente, esta planta exótica requiere mucha luz. A las orquídeas les agrada la luz intensa, pero no la exposición directa al sol. Por ello, lo más recomendable es situarlas cerca de una ventana. Si la orientación es completamente al sur, sería conveniente utilizar una cortina para filtrar los rayos UV. También es posible encontrar un lugar ideal en el baño, donde se combinan calor y humedad.
El calor
Como plantas de clima tropical, las orquídeas disfrutan del calor. Durante la primavera y el verano, puedes tenerlas en el exterior en tu balcón o terraza, siempre que la temperatura no descienda de 15°C por la noche. En los meses restantes del año, lo mejor es mantener las orquídeas en el interior, cerca de una ventana y nunca al lado de una fuente de calor directa como una chimenea o un radiador. También es importante que las orquídeas se encuentren en un lugar bien ventilado con circulación de aire.
Si vives en un apartamento, adquiere el hábito de abrir las ventanas o encender un ventilador durante el verano cuando las temperaturas son altas.
Agua y humedad
Regando las orquídeas – Fuente: spm
La cantidad de agua que necesita una orquídea varía según la especie, la temporada y la temperatura. Generalmente, las orquídeas se riegan de dos a tres veces por semana, aunque en algunos casos se puede regar una vez cada dos semanas. La clave es verificar siempre el estado del sustrato; si está demasiado seco, es momento de regar la planta.
Utilizar una maceta transparente es útil, ya que permite controlar mejor la humedad de la planta. La mejor técnica de riego es mediante inmersión: la maceta debe sumergirse en agua hasta tres cuartas partes de su altura. Déjala así unos minutos para que la planta absorba la cantidad de agua que necesita. Un pequeño consejo: si sientes que la maceta es más ligera de lo habitual, ¡no dudes en regar tus orquídeas!
En verano, puedes usar un spray para regar tus orquídeas, pero asegúrate de no dejar demasiada agua entre las hojas y las flores. Si la humedad en tu hogar es inferior al 40%, utiliza el spray diariamente para regar tus orquídeas. Si el ambiente es muy húmedo (más del 60%), las flores pueden desarrollar moho. ¡Lo ideal es usar un deshumidificador!
Depende de ti aprender a medir correctamente la cantidad de agua para evitar que las orquídeas se marchiten.
Fertilizante
La orquídea no es muy exigente; se conforma con un fertilizante líquido una vez al mes. Sin embargo, durante su período de floración o crecimiento, es necesario aplicarlo cada 15 días para fomentar el desarrollo de flores saludables y duraderas. Después de fertilizar la planta, no se debe regar durante al menos 24 horas, de lo contrario, el fertilizante puede diluirse y perder eficacia.
Los mejores fertilizantes para orquídeas son aquellos que contienen nitrógeno, los cuales fortalecen las raíces y las hojas.
Protege las orquídeas de enfermedades.
La cochinilla de las orquídeas – Fuente: spm
Al igual que muchas plantas, las orquídeas son vulnerables a infecciones bacterianas o moho. En el caso de la cochinilla, el mejor tratamiento es eliminar las hojas afectadas cortándolas con unas tijeras.
También puedes optar por una solución repelente natural, como el jabón de Marsella mezclado con un poco de agua. Simplemente rocía la planta con un pulverizador para controlar esta plaga molesta.
Además de mantener un nivel óptimo de humedad, puedes emplear un remedio de bicarbonato de sodio y agua: al rociar esta mezcla sobre la planta, combatirás el moho y alejarás a los indeseables.
NB: asegúrate siempre de que la tierra no esté demasiado húmeda y que las hojas estén limpias y secas. Si presentan manchas, también deberás recortarlas.
El suelo
El sustrato más adecuado para las orquídeas es aquel que permite un drenaje rápido. Por lo tanto, es preferible elegir productos a base de corteza o esfagno que proporcionen una base sólida y nutritiva para su desarrollo. ¡Siempre ten cuidado con la forma en que riegas el sustrato!
Recuerda: la orquídea necesita ser rociada en clima seco y ser trasplantada cada dos años. No tolera el exceso de riego, las quemaduras solares ni las corrientes de aire frío. Ten cuidado con los pulgones, cochinillas y ácaros que pueden debilitarla considerablemente.