El secreto para inducir la floración se basa en tres aspectos: reducir el riego, proporcionar luz adecuada y controlar la temperatura. Coloca el cactus de Navidad en un área bien iluminada, alejado de fuentes de calor, chimeneas y corrientes de aire. Si la habitación está un poco fresca, la floración se prolongará aún más.
Para comenzar, disminuye la cantidad de agua que normalmente recibe la planta alrededor de octubre. Riega solo la capa superior del suelo y solo cuando esté completamente seco al tacto. Este régimen de riego obligará a la planta a entrar en un estado de latencia, lo cual es crucial para la floración de los cactus de Navidad.
El cactus de Navidad es una planta de día corto, lo que significa que requiere 12 horas de oscuridad diaria, preferiblemente en un entorno fresco, para iniciar su período de floración. Traslada tu cactus navideño a un lugar donde pueda tener al menos 12 horas de oscuridad cada día. Mantén esta rutina durante aproximadamente 6 semanas para estimular la formación de brotes florales.
Es importante tener en cuenta que la luz solar indirecta durante el día es aceptable, pero proporcionarle 12 horas de oscuridad completa durante la noche es esencial. No enciendas luces en el lugar donde se encuentra tu cactus de Navidad por la noche, ni siquiera brevemente. Interrumpirás el ciclo de oscuridad necesario y afectarás el proceso de floración.
La temperatura óptima para la floración es de 10 a 12 grados Celsius, así que ubícala en un lugar fresco, incluso al aire libre si es posible. Sin embargo, asegúrate siempre de cumplir con las horas de oscuridad necesarias y de mantener una temperatura no inferior a los 10 grados Celsius.
Qué hacer después de la floración
Una vez que la planta haya completado su período de floración, dale un descanso de aproximadamente dos meses con poca o ninguna agua, y colócala en un lugar con luz moderada. El interior de un apartamento es perfecto para esto. Si notas que las hojas o los tallos comienzan a marchitarse durante este tiempo, puedes proporcionar un riego ligero.
A medida que los días se alargan en primavera, aumenta la frecuencia de riego y traslada la planta a un lugar más iluminado. Este es el momento adecuado para podar la planta y darle forma para fomentar el crecimiento ramificado.
Una vez que haya pasado el riesgo de heladas, puedes trasladar la planta al exterior, a un lugar soleado o ligeramente sombreado. Los cactus de Navidad requieren luz solar brillante e indirecta para un mejor desarrollo, pero la luz solar directa excesiva puede quemar las hojas.
De abril a septiembre, durante la temporada de crecimiento, fertiliza tu cactus de Navidad con un fertilizante líquido universal para plantas de interior que contenga no más del 10 por ciento de nitrógeno. A partir de octubre, vuelve a seguir el ciclo mencionado para inducir la floración nuevamente.