¿Has considerado alguna vez la posibilidad de cultivar fresas en tubos? Para quienes buscan una manera innovadora de jardinería, los especialistas sugieren un método fácil y veloz.
Fresas en tubo, el método de cultivo
Se conoce como cultivo vertical y es la técnica que sugieren los viveristas expertos para mantener plantas saludables y repletas de flores. La planta de fresa, generalmente, no supera los 20 cm de altura y es bastante compacta. Posee un sistema de raíces muy profundo, lo que la hace ideal para ser cultivada en macetas y adaptarse a jardines verticales.
El cultivo se lleva a cabo utilizando un tubo de PVC, lo que permite optimizar el espacio y, además, contar con una mayor cantidad de plántulas disponibles. Sin duda, es una opción recomendada para aquellos que deseen tener una pequeña huerta en su balcón, con un abundante suministro de fresas orgánicas y dulces.
Tubo de fresa, recomendaciones de expertos
Para establecer una huerta rica en fresas, los especialistas aconsejan hacer cortes en la parte superior del tubo, dejando una separación de 10 cm entre cada corte. Después, se debe calentar el tubo y crear un pequeño soporte con un trozo de madera.
Finalmente, se deben suavizar los cortes con papel de lija .
Las fresas son fáciles de cultivar en casa, pero es importante recordar que requieren bastante agua cuando se utiliza esta técnica. En su hábitat natural, las fresas crecen en áreas de maleza, por lo que prefieren espacios con luz protegida, aunque ocasionalmente necesitan recibir luz solar directa.
El tubo de fresa no debe exponerse constantemente al sol, sino situarse en un lugar intermedio que favorezca su desarrollo y crecimiento saludable.
Los expertos también sugieren cubrir la tierra con mantillo para mantenerla siempre húmeda y prevenir que los frutos entren en contacto con la humedad. Aunque el espacio en el tubo es más reducido, existen suelos especiales que se pueden crear con una capa adicional de paja.
Es recomendable añadir fertilizante de vez en cuando y estar atento a cualquier acumulación de agua que pueda generarse con el tiempo.