No todos conocen que al mezclar naranja con café se puede crear un postre exquisito. A continuación, se detalla cómo hacerlo.
En diversas ocasiones, ya sea tras el almuerzo, la cena o simplemente cuando deseamos un bocadillo sabroso, recurrimos a los dulces.
Frecuentemente, debido a la pereza o a la falta de ingredientes en la cocina, optamos por adquirir snacks listos que encontramos en el supermercado, a pesar de que puedan contener conservantes.
Naranja y café: un dúo inesperado
Consumir estos productos durante la semana no es del todo negativo, ya que algunos pueden ser saludables y el azúcar que ingerimos es necesario para mantener nuestras energías a lo largo del día.
Sin embargo, en ocasiones nos quedamos sin estos snacks y deseamos preparar un verdadero postre con lo que tenemos en casa, aunque no siempre sabemos qué ingredientes utilizar y cómo combinarlos.
No obstante, pocos son conscientes de que hay dos ingredientes que, a pesar de parecer muy diferentes por sus sabores opuestos, pueden unirse para crear algo realmente delicioso.
Nos referimos a las naranjas y al café, y a una receta sencilla que da origen a un pastel que seguramente deleitará tu paladar y que puede ser un postre perfecto para una cena con amigos.
Instrucciones de la receta
Primero, debemos conseguir tres naranjas de buen tamaño y asegurarnos de que tengan un buen aroma. Luego, las pelamos y las cortamos en trozos pequeños, colocándolas en un bol.
Después, utilizando una batidora de mano, hacemos un puré con las naranjas, mientras que en otro bol rompemos tres huevos y les añadimos 160 gramos de azúcar y 200 ml de aceite vegetal.
Mezclamos todo y luego incorporamos 200 ml de leche y un poco de ralladura de naranja a la mezcla. Una vez que tengamos una mezcla cremosa, añadimos las naranjas que hemos licuado previamente.
Con unas varillas, mezclamos suavemente y tamizamos 360 gramos de harina junto con un sobre de levadura química, que equivale a unos 10 gramos, y continuamos con la preparación.
A continuación, engrasamos un molde con media cucharada de mantequilla y media cucharada de harina, y luego vertemos parte de la mezcla, reservando al menos 1/4 de la misma en el bol.
Cuando la mezcla esté en el molde, la extendemos bien, y en la porción restante en el bol, incorporamos 15 gramos de café. Vertemos esta nueva mezcla en el molde, creando pequeños círculos sobre la mezcla anterior.
Deberá hornearse durante al menos 40 minutos a 170°. Luego, al sacarla del horno, la rociamos con 300 ml de leche utilizando una cucharadita y espolvoreamos coco rallado por encima.
Una vez que se haya enfriado, cortamos el postre en cuadraditos y servimos, observando cómo la diferencia de colores puede ser atractiva a la vista y, sobre todo, deliciosa al paladar.