11 trucos para cultivar tomates perfectos en tu jardín

¿Te gustaría cultivar tomates cada vez más grandes y con un mejor sabor? No importa si eres principiante o un jardinero experimentado, nuestros consejos para el cultivo de tomates te ayudarán a mejorar tu producción y obtener tomates de un sabor excepcional.

Las recomendaciones que vienen en los paquetes de semillas indican cómo sembrarlas, pero no ofrecen información sobre su cuidado posterior. Tampoco incluyen los consejos que han sido descubiertos por jardineros con experiencia a lo largo de los años.

Una de las primeras cosas que debes considerar es que los tomates no deben ser cultivados en el mismo lugar durante tres años consecutivos. En realidad, tres años es el límite. El suelo pierde fertilidad, lo que resulta en una menor producción de frutos.

Los tomates están entre las plantas más populares para cultivar. Esto se debe, sin duda, a que se pueden utilizar en una gran variedad de recetas, tanto cocidos como frescos. Aquí tienes 11 recomendaciones para cultivar tus tomates de manera óptima.

1. Fortalece las raíces

Si el tallo se planta más profundamente, podrá desarrollar más raíces que, a su vez, proporcionarán soporte y nutrientes a la planta. Con un mejor anclaje en el suelo, la planta será más resistente a las inclemencias del tiempo y encontrará más fácilmente los nutrientes que necesita.

2. Elimina las hojas inferiores

La planta prospera más en las áreas donde recibe luz solar, gracias a la fotosíntesis. Una vez que la planta alcanza los 60 cm, es importante eliminar las hojas de su parte inferior. Existen enfermedades que pueden transmitirse desde el suelo a las hojas; al cortar las más bajas, se protegerá mejor la planta de estas patologías.

3. Elimina los chupones

Los chupones son los pequeños brotes que crecen entre el tallo principal y el tallo central y deben ser removidos. Como no producen fruto, son innecesarios y bloquean la luz que debería llegar a la planta. Aunque no es una técnica imprescindible, puede ayudarnos a obtener frutos más sabrosos. Esta tarea se realiza en plantas de al menos 80 cm de altura.

4. Acolchado

El uso de paja protege el suelo, retiene la humedad, calienta la tierra y resguarda a las plantas de enfermedades. Las raíces estarán más saludables y la planta tendrá menos contacto directo con el suelo y los problemas que puede acarrear. Así que no olvides colocar paja en tu cultivo.

5. El cobre como barrera contra plagas

Los caracoles y las babosas representan una amenaza real para los tomates. Para mantenerlos alejados, puedes usar tiras o tubos de cobre que actúan como repelentes. Sin embargo, esta no es la solución más ideal, ya que el cobre también aleja a los insectos beneficiosos.

6. Usa un tutor

Es recomendable utilizar una estaca para los tomates, ya que evita que se caigan y las protege del viento. Manteniendo el tallo en posición vertical, este realiza su función de manera más efectiva y la savia junto con los nutrientes se transportan de mejor forma. Es esencial colocar una estaca si te encuentras en un área con mucho viento.

7. Espaciado adecuado

Las plantas requieren espacio entre sí, entre 60 y 90 cm. Si se siembran demasiado juntas, recibirán menos luz solar (especialmente en la parte inferior), lo que afectará la fotosíntesis y las raíces se verán obstaculizadas.

8. Sal de Epsom

La sal de Epsom puede ser utilizada para prevenir el amarillamiento de las hojas. Este producto favorece el crecimiento de tallos fuertes. Puedes añadir sal de Epsom al suelo al momento de plantar, usando un rastrillo. Coloca una cucharada de sal de Epsom en cada agujero. También puedes preparar una solución para regar las plantas cada 2-3 semanas: una cucharadita en tres litros de agua. Esta mezcla les proporciona sulfato y magnesio.

9. Controla el riego

El riego de los tomates no es algo que se deba hacer a la ligera. Deben regarse de abajo hacia arriba para evitar la propagación de enfermedades. Lo ideal es regarlos lentamente. Si el riego se realiza con calma, el agua puede penetrar adecuadamente en el suelo y alcanzar todas las raíces, manteniendo la tierra más húmeda. Recuerda revisar el nivel de humedad del suelo. Debe haber al menos 15 cm de tierra húmeda. Si el suelo no está completamente húmedo, sigue regando.

10. Caléndulas o maravillas

Planta caléndulas o maravillas cerca de tus tomates. Estas flores ayudan a prevenir que los nematodos ataquen los tomates y deformen tallos, raíces y frutos. Los nematodos pueden causar enfermedades y dificultar la circulación de nutrientes. Si estas plantas están situadas en la base de los tomates, su aroma y densidad ahuyentan a estos gusanos.

11. Ajo

Puedes sembrar algunos dientes de ajo cerca de los tomates. Esto no solo aportará un sabor delicioso, sino que también ayudará a disminuir la cantidad de hongos parásitos. También puedes crear una solución: machaca varios dientes de ajo en 3 litros de agua y luego riega la tierra con ella.

Ahora es tu turno…

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